Quien soy.
Mi nombre es Diana, nací en la primavera de 1979, toda mi vida fue convencional, la típica niña, la típica adolescente, la típica jovencita y también la típica madura hasta la edad de 35 años. Pocas semanas después de mi 35 cumpleaños hice “mi primer servicio” como puta, que es como me gusta referirme a mí misma.
¿Por qué pongo “primer servicio” entre comillas? Porque en cuanto tal, ya había follado con más de uno por una compensación, unas veces para que me costeasen las copas, otras para no pagar el taxi que me llevaba a casa, pero la verdad, nunca pensé en anunciarme en un medio público como puta, pero ese día llegó.
Mi filosofía de puta.
Empecé a trabajar de puta por que me pareció divertido, además de rentable económicamente. Nunca he trabajado para ninguna agencia, siempre he trabajado por mi cuenta, siempre he trabajado cuando he querido y con quien he querido, cuando con alguien, por algún motivo, me he sentido incómoda, o me he marchado o no he vuelto a quedar. Siempre he tratado de disfrutar de los placeres de mi trabajo, y en un altísimo porcentaje, lo he conseguido.
Por supuesto, algún día he salido con pocas ganas, los motivos, tan variopintos como los que puede tener cualquier persona para no apetecerle ir a un trabajo convencional, y lo mismo que la cajera de un súper acude algún día sin muchas ganas, yo también lo he hecho.
Que servicios ofrezco.
Siempre me ha gustado muchísimo el sexo y nunca lo había disfrutado tanto como cuando conocí a mi actual pareja, sí lo conocía online pero no en persona, en este entretanto, comencé a trabajar como puta bajo el seudónimo de Puta Aficionada, mas tarde me convertí en la BingoPuta, porque sorteaba los servicios entre mis clientes, si ellos ganaban, no pagaban el servicio.
Desde el principio ofrecí toda clase de servicios, salvo uno, scat (escatología), a día de hoy sigo ofreciendo los mismos servicios. Lo que ofrezco va desde el típico servicio individual con hombres (el 98%) pasando por servicios individuales con mujeres (soy bisexual), tríos con amigos, parejas y matrimonios, gangbang, bukkake… Tambien ofrezco algunos serivicios especiales para clientes especiales.
Todos los servicios los he disfrutado, la inmensa mayoría de las veces, el 95%, he alcanzado el orgasmo en una o más ocasiones (soy multiorgásmica). Ser puta me ha hecho muy feliz, ya no soy la mujer que era antes siendo como se supone que deben ser las mujeres, puras y castas salvo con su pareja o esposo, claro.
La Ley de libertad sexual.
No diré que esta Ley es una mierda en su totalidad, pero:
En el momento de escribir estas líneas, estamos a mediados de septiembre de 2022, en breve, el próximo día 7 de octubre el ejercicio de la prostitución pasará a ser una actividad clandestina y penada por la Ley, salvo para las putas (claro, todas somos víctimas). Parece que a mí (y a todas las compañeras con las que comparto actividad) no me afectará, porque como las mujeres “somos de cristal” y nos rompemos fácilmente, no seremos imputadas por delito alguno, pero los clientes o cualquiera que obtenga beneficio de nuestra actividad, pasarán a ser delincuentes. Dios, pienso en la empresa que me vende las cajas de condones de 144 unidades, que algunas veces he agotado en un mes, y me pregunto: ¿Cerraran esa empresa? ¿Qué futuro les espera a esos trabajadores que serán despedidos? ¿Dónde puedo comprar enjuague bucal o las toallitas húmedas sin perjudicar a nadie? Jeje¡¡
Esta ley de Libertad Sexual o “ley del si es si” equipara la contratación de un servicio sexual con el acoso o la violación, pero yo nunca me he sentido ni acosada ni violada en el ejercicio de la prostitución. Es cierto que he vivido algunas situaciones incomodas a lo largo de estos mas de 8 años, pero, ¿quien no ha vivido situaciones incomodas en su trabajo sea este el que sea? Es mas, en mi vida cotidiana, en mi trabajo cotidiano tuve que llamar en una ocasión a la policía (en mi trabajo de puta, nunca he tenido que llamar a la policía), y la policía solo me pudo hacer una recomendación: “abandona esta empresa”.
Siempre he considerado que el ejercicio de la prostitución debía ser una actividad regulada por la ley, no solo por la legitimidad que eso supondría para esta profesión (la mas antigua de la historia), si no también por que nos protegería y pasaríamos a tener los mismos derechos que cualquier otro trabajador/a.
Pero no, con esta ley se nos quiere meter en una oscura y profunda cueva, donde ahora mas que nunca, las mafias trataran de sacar su tajada, y nosotras seremos mas que nunca esas mujeres vulnerables, sin valores éticos, morales, sin dignidad, victimas del vicio y la depravación… que corrompen a los hombres y destruimos familias.
Yo he ofrecido y sigo ofreciendo libre y voluntariamente, servicios sexuales a cualquier hombre o mujer que tenga un mínimo de formalidad, educación y aspecto. Muchos se dejan conmigo el sueldo de un día, a veces de varios días por tener un rato de sexo conmigo, estas personas no son delincuentes, solo buscan un rato de placer y desconectar de su rutina del día a día. La mayoría me buscan a mí y a otras como yo, porque en sus casas no le dan el sexo que quieren. Por tal motivo yo digo que las mejores promotoras de la prostitución son las parejas y esposas de los clientes. Otros secillamente, opinan igual que yo, “en la variedad está el gusto”.
No son pocos los clientes que me han dicho “si mi mujer (o pareja) fuera como tu, ahora yo no estaría contigo”.
Esta Ley creada por radicales (feminazis) que considera que las mujeres no tenemos ni criterio ni capacidad de decisión y en consecuencia debemos ser protegidas, es una aberración por un motivo muy obvio. La obviedad es que hay mujeres forzadas a practicar la prostitución, y para impedir esto, los clientes y todos los que de alguna manera favorezcan el ejercicio de la prostitución, pasan a ser delincuentes; pero en ningún momento tiene en cuenta a quienes la ponen en practica libre y voluntariamente. Resulta mas que obvio que se trata de una cuestión de prejuicios.
Consideran que la voluntariedad está motivada por la necesidad, y claro, yo me pregunto: “¿las personas que limpian los servicios del metro de Atocha (por poner un ejemplo) lo hacen por que se sienten realizadas, o por llevar un dinerito a casa?”.
En lugar de luchar por las mujeres forzadas, se las mete a todas en el mismo saco victimizándolas. Por tanto, dado que en la industria textil se dan graves irregularidades contra los derechos de la mujer, ilegalicemos toda la industria textil y convirtámosla en una actividad penada por la Ley.
La receta “te quito derechos para proteger tus derechos” nunca a dado resultado, y eso ni ahora ni nunca va a cambiar. El estado debe velar por la proteccion de mis derechos. Debe ser este el motivo por el que yo puedo prostituirme pero todos mis clientes serán delincuentes, bueno no todos, mis clientas no caerán en la delincuencia. Así se cumple a la perfección con el artículo 14 de nuestra pisoteada Constitución.
Mis clientes.
En estos más de 8 años de ejercicio he tenido toda clase de clientes (más de 4000), desde aquellos que celebraban su mayoría de edad conmigo, hasta aquellos que a sus 80 años enviudados necesitaban del contacto con una mujer. También otros, que por sus minusvalías físicas no conseguían tener una mujer a su lado.
El perfil de mi clientela es sumamente variopinto: trabajadores de la construcción y agrícolas, mecánicos de automoción, estudiantes, pequeños autónomos, directores de empresas, funcionarios, miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado, deportistas profesionales, trabajadores de banca, sindicalistas, políticos y hasta religiosos… ¿alguien da más?
Si me pongo a hablar de mis clientes, no puedo decir otra cosa que en la inmensa mayoría han sido educados y respetuosos conmigo, todos pedían discreción al igual que yo. Muchas veces he coincidido por mero azar con clientes en la cola del súper, en la gasolinera, en un bar tomando una cerveza, nos hemos cruzado en la calle e incluso en el ascensor… Siempre la actuación ha sido la misma, en algunos casos, ha habido un saludo mas o menos discreto, en otras, como si no nos conociéramos.
He sufrido más humillaciones en mi vida cotidiana que trabajando como prostituta, por mucho que se empeñen los grupos feministas radicales en verme como una víctima, no lo soy, no soy una victima, soy una mujer orgullosa de vivir como vivo y así pretendo seguir viviendo. Por mucho que digan las feminazis que necesito su ayuda y protección, NO, no la necesito.
Lo que de mi cuentan.
Contacta conmigo.
Pronto dejará de existir pasion.com, al menos como la conocemos hoy, que era nuestra habitual forma de contacto, ahora tengo mi propia Web personal, aquí siempre me encontrareis tan puta como siempre.
Habrá ampliaciones de este sitio Web, y podréis saber mas de mi, pero eso aún, tendrá que esperar un poco. Difundid este sitio Web entre vuestros amigos puteros.
Os espero como siempre, con las piernas abiertas.
Cambio de numeros.
Para Badajoz, donde resido: 634 03 41 40 634034140 (Solo Whatsapp)
Para Sevilla y Jerez de la Frontera, donde viajo con frecuencia: 634 03 41 32 634034132 (Solo Whatsapp)
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